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La pobreza me hizo fuerte

Crecí en uno de los barrios más pobres de Santiago, estudie en un liceo con letra y número, a diferencia del resto de mis compañeros siempre quise surgir para ayudar a mi abuela a qué dejara de trabajar.

Ella era zapatera, la familia tuvo zapaterias alguna vez hasta qué el gobierno de la Up se la entrego al sindicato, y mi bisabuelo perdió el control de su pequeño negocio, el sindicato quebró la pequeña fabrica y bueno no les puedo negar qué en un principio odiaba a los comunistas por eso, por cómo destruyeron mi familia, y hasta en cierto modo por la pobreza a la qué habían relegado a mi abuela cuando pequeña y después a mi.

Al final termine perdonando, si!, el perdón libera, también mi abuela, lo hicimos juntos todos los días a la salida del colegio hacia deporte en el polideportivo municipal y luego iba a trabajar al barrio victoria, a descargar camiones de cuero y ordenar bodegas, tenía 15 y me pagaban 3 lucas por día, al final me decidí a estudiar el liceo técnico profesional, contabilidad.

Como era buen alumno un profe me contrato para ayudarle el fin de semana a hacer pegas menores, y con eso compraba huesos para cazuela en el mercado matadero y frutas en la feria, por qué no nos alcanzaba para comer, siempre estuve orgulloso de la forma en cómo mi abuela me educó, era mejor pasar hambre que robar me decía, con una dignidad qué no sabia de donde sacaba ( muchas veces me plantee substraer de algún supermecado un arroz o algo para comer pero nunca lo hice).

Luego me metí a un preuniversitario gratuito en 3ero medio, y cómo era de técnico profesional sabía que me costaría el doble, pero si me iba mal tenia la certeza de qué al menos tendría pega como contador asistente, trabaje mucho en mi auto-educación comprando libros de negocios usados en San Diego, qué me ayudaron bastante.

Dí la prueba... 650 ponderado, y entre a estudiar de noche y trabajaba de día como analista contable! Termine la universidad y bueno mi abuela enfermó de cáncer y murió, siempre lamente no haberle podido devolver la mano por todo lo qué hizo por mi, pero me decía que ser el primer profesional de la familia era su única recompensa y qué moría feliz con eso, me había educado bien, puntual y respetuoso, con buena voluntad, eso me había llevado a obtener un ascenso y por ende mayor salario.

Aunque también las críticas de los qué en algún momento fueron mis pares, según ellos por chupa picó, aprendí inglés viendo videos de música romántica en inglés subtitulada al español y un curso con una profe gringa particular 7 lucas la hora, nada impagable y aplique a una beca para irme a estudiar un postgrado al extranjero en Standford.

Mi jefe me apoyo y me consiguió una pasantia en nuestra cede en gringolandia, y así fue pasando el tiempo y seguí buscando mejorar cada día un poco! utilizando la metodología Kaizen, de mejora continua leía libros todos los días un par de hojas, aprendí portugués, luego alemán, así fui ascendido a gerente de finanzas para el país, y ahora hace pocos días me notificaron qué debo mudarme a Miami, para ser gerente de finanzas para toda la región, con un sueldo atómico qué nunca pensé en ganar.

Así que devolviéndole la mano un poco al universo y a mi abuela, decidí patrocinar un equipo de Rugby en una comuna periférica de Santiago, con uno de esos niños que no sea papá joven o drogadicto, me doy por pagado, seguro el deporte les abrirá puertas y los educara de forma que no pueden sus familias.

Al final la pobreza me hizo fuerte



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