Atado a una persona poco proactiva
Somos una pareja de empresarios jóvenes, con varios emprendimientos en curso y tuvimos que contratar a una chica para uno de los locales, un local con flujo medio - alto en verano o fin de semana, en una zona turística de la costa.
Contratamos a alguien de la zona, una chica joven, linda, que aparentaba lo que no es, ya que no es proactiva, no se incentiva con nada, ni con más sueldo, ni horas ni días extras.
Es lamentable la nueva generación, esa que solo va a trabajar por cumplir, que no tiene amor por lo que hace, sin responsabilidad, sin deseo alguno de crecer.
Hace mucho tiempo no contratamos a jóvenes, por lo mismo, pero de todo, era el mejor perfil en la zona, una comuna pequeña, que vive del turismo.
Por temas de salud, estamos atados a ella, ya que por al menos uno o dos meses no podemos darle una inducción a una nueva contratación, pero extraño esa responsabilidad que entregan las personas sobre 35 años o aquel esmero y responsabilidad de muchos extranjeros.
No le pagamos mal, tiene sus horarios cómodos, pero no hay caso con ella.
La generación de cristal es complicada, en muchos aspectos y, en lo laboral, con poco interés, más que el propio o el que solo beneficia a ellos (as).