No doy mas!

Hago esta confesión porque ya no doy más.

Tuve una madre terrible. Siempre prefirió a su pareja antes que a mi hermano y a mi. En su libro de cocina, a los cinco años, leí que tuvo un aborto «del hombre que más amaba en la vida» y que si fuese por ella, me habría abortado a mi en vez de ese bebé.

¿Se imaginan crecer sabiendo eso? Por supuesto, al principio no entendí qué era lo que leí, pero poco a poco, al pasar algún tiempo luego de hacer preguntas a los adultos que conocía, entendí todo. Crecí sabiendo eso, que mi mamá no me quería, y que es más, me odiaba porque yo le recordaba al borracho de mi padre (que no es mentira, es un borracho abusivo y violador, tenía razones para odiarlo a él) porque tengo rasgos muy similares.

Supongo que esa fue una de las razones por las que yo siempre fui la oveja negra, porque al saber todo eso, no me importaba intentar ganar su aprobación o cariño, porque no lo iba a recibir. Hiciera lo que hiciera estaba mal y los castigos, uff, es que los castigos eran ridículos. Desde no dejarme salir, hasta dejarme sin comer, encerrarme en una habitación negra, torcerme las muñecas o asfixiarme con mis propios brazos (los tomaba por detrás y los cruzaba por delante, haciendo que me desesperara y perdiera la respiración), además de los tradicionales golpes con escoba, zapatos de seguridad, un palo, una correa, con la hebilla, etc.

Si, ahora mismo soy un desastre de persona, pero intento, de verdad intento, ser mejor.
Sin embargo...

Mi hermano, que vivió casi lo mismo (y digo casi, porque él no sabía muchas cosas, por lo tanto siempre intentaba ganarse el cariño de ella y creo que hasta cierto punto eso estuvo bien), que estuvimos juntos en muchas cosas feas que nos hicieron, ignoraba lo mal que lo estábamos pasando. Al pasar los años él olvidó todo. ¿Cómo lo hizo? No tengo idea, ojalá saberlo. Supongo que fue un método de defensa. Sin embargo, ahora que es adulto... Empezó a recordar. De la nada empezó a recordar cosas como cuando le rogaba a mi mamá que nos quisiera (cosa que yo no sabía, pero él mismo me comentó), que por favor no nos golpeara tanto (un niño de ocho años), que nosotros la necesitábamos, etc., y ella no respondía a nada.

Si, lo está recordando. Hay muchas cosas que él no debería recordar, por su salud mental y me aterra la idea que lo haga.

Él es más funcional que yo, puede mantenerse en pie. Pero con estos recuerdos las cosas van cambiando un poco y tengo miedo porque no es la clase de persona que pide ayuda, al contrario, se guarda todo. Es como una esponjita, así nadie más sale afectado. Tengo miedo que llegue un punto en donde no sepa qué más hacer.

Pero ella, nuestra madre, vive de lo mejor, llenándose la boca con ser una excelente mujer, una gran madre, amorosa con sus otros hijos y que nosotros siempre fuimos los malos. Me cagó la vida, literalmente, me la cagó. Y ahora es probable que se la cague a mi hermano también. Esto no es justo. Pero tampoco puedo hacer nada, además de ir a terapia (cosa que ya estoy haciendo). Pero la rabia y las ganas de cerrarle la boca de un golpe que le tire los dientes no se van. No solo por mi, sino porque uno de mis hermanos más adorados y queridos está pasándola mal. Imaginen que no se atreve a pedir ayuda porque cuando se la pidió a esta mujer, ella se lo sacó en cara y se lo cobró. ¿Qué tan p*rra puede ser una persona como ella?

Sé que muchos dirán que el camino es no odiar, dejar ir las cosas, etc. Pero no siempre funcionan así las cosas.

Tampoco es que pierda todo el tiempo de mi vida pensando en ello, pasa más que nada cuando sé que algo le ha pasado a mi hermano. Porque yo soy la mayor y debí cuidarlo de ella.

En fin.

Lo laboral es que no puedo trabajar porque, oh, si, soy un caso perdido.