Cuando era recién egresado de mi profesión de ciencias sociales estaba con todas las ganas de poner mi trabajo a disposición de lo social, de los más vulnerables, a retribuir a la sociedad con mi trabajo y capacidades, así que postulé a todas las fundaciones que gestionan programas de servicio por 1 o 2 años en contextos vulnerables.

Entre estos una reconocida organización que destina profesionales a trabajar en los contextos más pobres de Latinoamérica, prácticamente en voluntariado (con viáticos de 100 dólares al mes). Sí, esa que tenía avisos en el metro.

Yo estaba super entusiasmado, llegué a entrevista grupal, todo bien, hasta que los entrevistadores comentaron que para seguir en el proceso cada postuante debía conseguirse antes de cierto tiempo (creo eran 2 semanas) unos 6 socios nuevos que colaboraran económicamente con la organización de forma permanente.

Del '¿esto lo dicen en serio?' que tuve al principio con el paso de los días pasé a la rabia y la frustración.

¿De dónde iba a conseguir 6 personas que donaran como 15 lukas mensuales (creo que eso donaban los socios por contrato), si todas las personas que conozco o aún estudian -salí un semestre antes de la carrera- o como mi familia, ganan cerca del sueldo mínimo si es que no están desempleados?

Obviamente al final del día no pude conseguirme ningún donante y no pude seguir en el proceso de selección. Además de lo absurdo de en la práctica tener que pagar para que te evalúen, me dio mucha rabia que una ONG que se dice y hasta se hace llamar SOLIDARIA filtre a sus candidatos a profesionales por criterios socioeconómicos y de capital social (pues en el fondo te pedían conocer gente que tenga plata).

Y lamentablemente esa es la realidad de muchas de las ONGs ligadas a los jesuitas, como otra que tiene su sede en una comuna popular pero que al entrar a sus oficinas ves puros niños rubios abc1.