Más que una confesión es algo que sucedió en una de esas típicas entrevistas grupales que organizan las empresas para cubrir una vacante. Debo mencionar que estoy super acostumbrada a estas dinámicas últimamente porque ya llevo varios meses cesante, yo siempre me he preocupado de mi aspecto personal, pero lo que pasó ahí me dio vergüenza ajena.
Mientras nos tocaba presentarnos una de las encargadas de seleccionar se quizo atar el pelo y al levantar sus brazos había un montón de pelo!.... Sí, mucho pelo...... Creí primero que nadie lo había notado, pero se hicieron los locos. O sea uno se preocupa con su buen perfume, su buen shampoo y lo más ordenada posible, y ella dando el tremendo ejemplo.
Por último podría haberse puesto un chaleco o una polera con manga.