Señora perdida
Hace una década atrás trabajaba de empaque en el gran supermercado azul, nuestro uniforme era una polera con cuello de color naranja y pantalones negros de tela, nos decían el team trululú, en fin...
Un día paso frente a la puerta de acceso y entra una señora media desorientada y pajarona que se me acerca y me dice 'disculpe, necesito aceite de linaza'. Tenía un vozarrón bien notorio y yo le dije atentamente, 'sí claro, vaya a sección abarrotes y ahí encontrará', 'qué es eso, donde está, cómo es', respondió la dama, claramente volando en las nubes. Le indiqué con el dedo el lugar y le dije que consultara a los reponedores, los 'chicos de azul'. 'Quienes son ellos, dónde están, bla bla bla', insistía la jaiva con su pajaronismo. Nos tenían prohibido entrar a sala y quería que poco menos la llevara en brazos a buscar su aceite.
Después la veo preguntándole lo mismo a los guardias, las cajeras y a los otros empaques.
Típica señora que no es capaz de hacer nada por sí misma, y se notaba que ese mismo día había despedido a la nana, o bien esta renunció.