Confieso que hace poquito entré a trabajar en un hotel gracias a una amiga que me recomendó.

Iba todo bien, pasé el primer mes hasta que por falta de personal trajeron a un colaborador de otra ciudad pero que pertenecía a la misma cadena de hoteles. Este señor (que tiene sobre 35 años), llegó con la papa en la boca dándoselas de 'sabelotodo', criticando el trabajo de los otros (aludiendo que lo hacían mal) y además, ahora se presta para ser el sapo del hotel.

Arma cahuines hasta por si a caso, se lleva mal con todo el personal (hasta el de restorán) y nos tiene a todos chatos. Desde que llegó ha dejado la cagá con sus cahuines y zizañas. Nuestra 'jefa' nos dice que a sus comentarios les hace filtro, o sea, que los que son importantes los pesca y los que van en mala onda simplemente no, pero aún así está generando un mal ambiente laboral.

El otro día de puro mala falté al turno, y se tuvo que quedar él cubriendo y estaba hecho una yegua (le gustan los hombres). Me acusó con mi jefa porque falté pero todos podemos tener un percance y no asistir... Y bueno, esa era mi confesión.

Yo hago mi pega tranquila, pero aunque trato de ponerme en su lugar, no veo la necesidad de andar opacando y recalcando los errores del otro. Somos un equipo, no una competencia de quien lo hace mejor. Eso.