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Confieso que jamás había tenido una pega tan penca en el área de retail como promotora.
La agencia contentisimos con mi experiencia laboral y mi desarrollo en la entrevista me contrató de inmediato para una temporada escolar.
Cuando llego al punto asignado en un mall que me quedaba a la cresta de mi casa me recibe una supervisora (no quiero discriminar, entiendan el contexto) Gorda, despeinada, Chascona y masticando chicle con la boca abierta.
Wow no tengo nada en contra de la gente gorda, pero de ahí a atender público (por que eso hacia) con esa presentación personal, dejaba harto que desear.
Ella fue descortés conmigo desde el primer momento.
Motivo? No lo se. Me paso una polera de uniforme talla xl (soy con cuea xs, de caga no uso talla 14) y me negué a ponerme esa polera que parecía carpa, me llegaba bajo las rodilla, las mangas a los codos y para que decir el ancho.
Me llamaba la atención , me daba instrucciones de manera prepotente, se quejaba porque iba al baño, porque descansaba cada cierto tiempo y que no me correspondía el break de la tarde, o sea mínimo si trabajo 9 horas parada, tener derecho a esas cosas.

Trabajaba una part time los fines de semana, con cara de perro (seria), gorda y que en su hora, (más de una hora) de colación se fumaba su caño y me atrasaba a mi para ir a comer, pasaba todo el día en su celular y escuchando reggeton como flaite de micro en plena tienda...
Para colmo se iba 1/2 hora antes sin autorización.

En fin la supervisora de la marca, siempre defendió su comportamiento y no el de una persona como yo, que mientras esta tipa hacia todo esto, me descrestaba atendiendo de a 5 personas con mil ojos pendiente de que no me robaran la mercadería.
Ganándome una comisión de 50 pesos por producto vendido para que más encima esos 50 miserable de comisión se repartirá entre la que no hacía nada y yo.
En fin, la supervisora manda un correo a la agencia quejándose de mi desempeño.
No me gusta dar en el gusto en este tipo de situaciones, pero la humillación era más grande y decidí renunciar pese a mi necesidad económica.
Señora supervisora y promotora sin perfil, primero lávese los dientes que a ud.le brotaba la alitosis camuflada con el miti -miti.
Échese una peinadita y sea más humilde que hasta donde yo supe, hace un par de meses tuvo el mismo cargo que yo y se le subieron los humitos.
Y a ud señorita, más respeto con los clientes y sus colegas que una persona bajo los efectos de la droga no está en condiciones de trabajar, o bueno...
De pasar en la bodega comiendo y escuchando su reggeton.
Ojo cabros que no les pase, la necesidad tiene cara de hereje.



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