Una alegría fugaz!
Recuerdo que cada vez que no se sacaba un 7 lloraba mucho. Me refiero a una alumna. Esta muchacha brillante y muy esforzada tenía una enfermedad que apesar de ya estar en la enseñanza media no podía desarrollarse como el resto de sus compañeras.
Veía a su madre ir a dejarla y a buscarla a su sala porque hasta problemas de equilibrio tenia y una caída podía ser fatal para ella.
Un día, revisando las pruebas me di cuenta que su nota era un 6.6 (sabía que esa nota le generaría una crisis porque había pasado unas pocas veces en otras asignaturas) además sabía que ella realmente sabía los contenidos, sabemos que una prueba no siempre demuestra lo que sabe el alumno y como reviso clase a clase, voy midiendo progreso.
Quizás hice algo que falte a la ética pero le cambié la alternativa a la correcta para que pudiera obtener un 7, porque sentía que realmente lo merecía.
Poco tiempo después, me desperté con la noticia que había fallecido, siempre supimos que su paso por esta vida no sería por muchos años pero sentí tanta pena. No me arrepiento de haberle dado esa alegría, ya que su desempeño como estudiante era lo que la hacía más feliz.
Descansa Angelito y espero tu madre haya encontrado el consuelo.