Estoy a cargo de una obra de construcción en una ciudad del sur de Chile.
Por esas cosas del rubro tuvimos un desperfecto y el maestro indicado para hacer la reparación estaba en una ciudad cercana. Cuento corto, mando a buscar al viejo pero me dicen que debo ir a buscarlo al cruce ya que él bajaría en la carretera.
Y así, acepto, se sube al auto, llegamos a la obra y comienza a trabajar, al amigazo le da calor y se saca su chaqueta. Csm! la media bofetada que nos dio con el olor a sobaco, y eso que estábamos trabajando al aire libre, un olor insoportable que a mas de uno le dioganas de invocar a guajardo, sumado a esto andaba con una camiseta de un equipo de fútbol, peor! parece que la polera provoca más olor a surullo.
Después me tocó ir a dejarlo nuevamente y para mi mala cuea al compadre se le ocurre bajar el vidrio y esa fragancia que comenzó a reccorer el toco mocho te la encargo.
Así que gente por favor, lávese el ala.