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Trabajo de vendedora en retail para X tienda. Para navidad llegaron un montón de promotores y vendedores nuevos, uno de esos vendedores es E. Puta el weón desagradable.

Era flojo, irrespetuoso, se juraba el oyo del queque, se quejaba de que la pega era 'muy difícil' (a pesar de no hacer absolutamente nada) y aparte era chupamedia; más encima el weón estaba con pituto así que no le decían nada.

Se ponía a trabajar cuando veía que llegaban los jefes y después de que se iban se ponía a conversar con los promotores y flojeaba todo el día. Más encima atendía como el hoyo y siempre teníamos que ir los otros vendedores a atender a sus clientes para que no fueran a dejar reclamos a Servicio al Cliente.

Creí que me había librado de él después de Navidad, pero no. El weón se apareció el otro día diciendo que ahora trabaja en el otro piso de la misma tienda (un piso al que a veces voy de apoyo o a repartir cosas que aparecieron en otros pisos), que era mucho más fácil y que lo habían puesto ahí porque los de la empresa le habían suplicado que se quedara.

Lo raro es que cuando voy a ese piso nunca lo veo.

Pucha, perdón. Solo quería desahogarme porque me contaron eso el jueves y me amargó la existencia.



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