Deje mi empleo soñado para cuidar a mí madre. Ahora luego de un año, no logro conseguir trabajo, pesadillas y angustia por no lograr integrarme nuevamente al ámbito laboral. Pero no me arrepiento de haber renunciado y pasar los últimos momentos con ella. A los que pasan por este proceso les deseó el mejor de los éxitos.