El Gerente y la Ejecutiva.

Bueno, mi historia no estuvo muy lejos de ser una de amor.
Soy una mujer de 29 años, que le ha costado creer en si misma por traumas de niñez, pero tengo una resiliencia que me permitió tener mi título como traductora y trabajos que no han tenido nada que ver con ello. Con un niño de 2 años. Para que hablar del amor; típicas parejas infieles, malos tratos, golpes, etc.
Desde hace un año decidí postular a un prestigioso Banco y luego de varias pruebas quedé. Feliz! claro que los números no me acompañaron, hasta finales del año. Echaron al gerente de la sucursal y llegó uno nuevo, su labor era salvar a la sucursal que se hundía cada día más.
Apenas entró a la reunión para que lo presentaran yo quede flechada. Su aspecto juvenil, su suspicacia, humor, hacían que yo no pudiera mirarlo a los ojos, cada vez que me hablaba yo lo esquivaba y me arrancaba. Simplemente me encantó. Pero nadie se daba cuenta. Solo yo.
Me llamaba la atención que era atento con todos, toma desayuno con la tía del aseo, les compra desayuno a los ejecutivos que por atender público no pueden ir, a los que nos iba mal en las ventas nos ayudaba con datos, bases de clientes, empresas. Hasta hoy en día. Realmente quiere que la sucursal salga a flote desde lo mas básico.
Luego de un mes de hablar con el temas laborales, un día se acercó a mi oficina y me ofreció ayuda para rendir una prueba online. Yo tiesa, sin poder respirar acepté su ayuda. Mientras rendía la prueba no podía creer que lo tenía tan cerca mío. Podía olerlo, ver su sonrisa de cerca, su voz, esa mirada. Lejos la mejor prueba que he dado en mi vida, jajajaja. Claro que siempre con respeto y nunca insinuándose o algo raro.
Luego de la prueba comenzó a mandarme whatsapp, fuera del horario laboral, contándome su vida, el de 40 años con una niña de 2 años, no casado pero con dramas con su pareja. Luego de una semana de conversaciones hasta muy tarde un día ofreció acercarme al metro. Lo rechacé de una. Solo por nervios; es que cerca del no podía respirar, no podía actuar normal y me volvía muy vulnerable. El siguió insistiendo en acercarme al metro, hasta que un día con lluvia, acepté. Los dos felices pero ninguno de los dos decía nada con respecto a la atracción que era evidente. Así pasó un mes, en donde me llevaba hasta mi casa, hasta que un día no aguanté mas y le pregunté que onda. Nos dimos un beso. Yo en las nubes y el conmigo. La primera vez que fuimos a un motel fue simplemente genial. Los dos muy espontáneos pero nerviosos a la vez. Salimos mucho, a donde se nos ocurriera. A ver el atardecer en distintos lugares, a pubs, a comer en restaurantes y en una de esas salidas me dice que ama. Ahí fue cuando todo terminó para mí. Seguimos saliendo, claro, pero yo ya no tenía ese encantamiento estúpido llamado amor a primera vista. Ya van 6 meses que salimos, y nadie lo sabe, o mejor dicho nadie lo sabía. Hace 2 semanas me llama diciendo que no podemos seguir juntos. Me cuenta que una compañera nos vió y quiso ir a Recurso Humanos, me pidió que dejáramos todo hasta ahí y que dejáramos pasar este remolino de malas intenciones y cahuines.
Lo extraño y vernos todos los días sin decirnos nada es terrible. Yo asumí que todo fue en su momento. Lo disfruté, cada minuto, cada sonrisa, cada completo jajajaja, todo. Pero simplemente esto se terminó.
No espero nada, ni que pase el famoso remolino ni nada. Vivo el día y el ahora.
Lo mas triste es que estoy con este sabor amargo de que todo fue mentira, por su situación con la mamá de su nena.
Aceptando que fui su amante sin querer serlo. Por lo mismo, no espero nada.