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Madurando

Me casé cuando era adolescente, mi mamá autorizó y nunca mas la vi. Mi marido un 7, no le gustaba que yo saliera y que no estuviera en la casa cuando él llegaba del trabajo, era un 7, me cuidaba, nunca me pegó, pero rompía las cosas cuando se enojaba, pero a mi jamás me tocó ni insultó. Preferí romper con todo círculo social para no provocar su ira, yo lo amaba, lo amo. Cada vez que se me pasaba la hora en las compras o algo así, llegaba con dolor de guata a la casa, ya que sabía que se enojaría, y estaba al menos 3 días sin hablarme. Yo sufría tanto. Pero él no me insultaba ni me pegaba.

Comencé a trabajar y me decía que para qué trabajaba si ganaba un moco y que esa plata no servía, seguí trabajando, estudié sin su apoyo. Ahora soy una profesional de excelencia, gano mas del doble que él, pero para mi no es tema... él sigue apagando mi personalidad, pero ya no le compro.

Cuando me pongo falda corta, él no me dice nada, días después dice 'a las mujeres les gusta que las piropeen en las calles, por algo se visten tan provocativas', y cosas así.

Mis hijos mayores de edad ya están los dos en la U, mi casa ya está pagada, un buen pasar. Siempre he creído que mi esposo es el mejor de los hombres, ha sido un excelente padre, marido. Aclaro que jamás le sido infiel y que pretendo morir a su lado. Hoy en día está viejo mi viejo, y cada vez mas mal genio. Pero ya no me preocupa que se enoje.

Les comento esto porque siempre viví con la idea que tenía una vida envidiable, con un hombre único, y no fue así... lo que yo viví fue una violencia tremenda que me llevó a odiar mi cuerpo porque en la calle me piropeaban o me acosaban y yo siempre creyendo que era mi culpa. Todo esto lo he callado y a nadie le he contado para que no se caiga la imagen de hombre perfecto que todos tienen de él.



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