El mentalista

Me siento avergonzada por el trabajo al que se dedica mi pareja.

Siento que mis hermanos, mis primos, mis amigas, mi familia, en general todos lo miran en menos.

Mi pololo trabaja haciendo sesiones para que la gente se contacte con seres queridos fallecidos. En otras palabras, habla con los muertos.

Según él, obtuvo el don del 'contacto' durante su adolescencia y decidió dedicarse a esto para ayudar personas.

El cliente puede hacer 3 preguntas estilo 'como está X ser fallecido' y él realiza el contacto, habla con el muerto y le transmite el mensaje al cliente.

Hoy, a sus casi 40 años, se dedica a tiempo completo a este 'trabajo'. Tiene una oficina con clientela que no da a basto para atender. Tiene listas de espera gigantescas. Está dando hora para fines de Diciembre.

Atiende de lunes a viernes, y a veces también los sábados en las tardes, los domingos en las mañanas. Gana mucha, mucha plata por sentarse y contactarse con el más allá.

De profesión yo soy contadora auditora. Trabajo en una empresa en el área contable. Lo mío son los números. Soy escéptica de todos estos temas, a veces pienso que es un chanta o que tal vez alucina y que tiene algún problema psiquiátrico. Pero fuera de su trabajo, es el hombre más normal, educado, respetuoso, buena persona, bien intencionado, culto, inteligente, cariñoso, bondadoso, etc, etc.

Cuando me preguntan a qué se dedica mi parejo y les cuento la verdad, lo miran con desconfianza, asumiendo que es un chanta que está lucrando con el dolor (por no decir ignorancia) de la gente.