Soy la de la confesión del “corazón de piedra”.
Les cuento, luego del asado y de la confesión y posterior solicitud de perdón de mi ex compañero de trabajo “machista” pasó algo loco. Llegué a mi trabajo como siempre, reunión y a trabajar peeeeero, me llamaron a la oficina... y no saben na, algo hizo este viejito “corazon duro” en el asado. Ley del lobby o qué se yo, por que me ofrecieron una oportunidad de ascender pero como cohete. Si yo estoy ahora en un puesto 4 me ofrecieron el puesto 10. Yo ni pregunté el por qué, solo dije SI ACEPTO (lease con lagrimas en los ojos). Ni siquiera se me pasó por la cabeza ese viejito. Hoy me llegó este mensaje: “¿Te gustó el cambio de rubro? Te toca demostrarles que puedes. Lloré. No hablamos desde el asado por que nunca fuimos amigos, pero creo que ahora lo somos.
Anciano querido, ya no vivimos en la misma ciudad ni trabajamos juntos pero te voy a agradecer toda la vida por esto y te voy a ayudar en lo que me “envidias” (viajar fuera del pais) para que por fin le des a tu hermana que te cuida el regalo que se merece.