Mejores amigas para siempre!

Cuando entré a 1ero básico, el 1er día de clases me hice amiga de una compañera cuyo apodo era 'Pepi'. Yo no tenía hermanos, ella tampoco, por lo que nos hicimos las mejores amigas del mundo. Vivíamos en el mismo edificio (la escuela quedaba muy cerca), así que yo invitaba a la Pepi en las tardes a mi casa. Ella era muy risueña, muy expresiva, muy feliz. Jugábamos todo el día, conversábamos, escuchábamos radio juntas. Haberla conocido a esa edad, me cambió la vida. Ella me escribía cartas diciendo que yo era su mejor amiga, nos hacíamos dibujos y los intercambiábamos y las mismas actividades que hacíamos en el colegio en artes plásticas, después las repetíamos en la tarde en mi casa y nos las regalábamos.

Hacíamos de todo: cocinábamos (con ayuda de mi mamá), íbamos a un parque cercano a los columpios, nos reíamos todo el día.

Cuando estábamos en 3ero básico, justo después del 18 de septiembre (recuerdo porque nuestra sala de clases estaba decorada) la Pepi no llegó a clases. Yo estuve triste, porque no tenía más amigas y estuve sola en los recreos. Al volver a la casa, le dije a mi mamá que seguramente la Pepi estaba enferma. (En esa época no existían los celulares, y era un Chile pobre, donde al menos nosotros no teníamos teléfono fijo).

Al día siguiente la Pepi tampoco llegó. A mitad de la mañana noté movimientos extraños en la escuela, entraron a hablar con nuestra profesora jefe y vi a otra profesora llorando en el pasillo.

Al llegar a mi casa, mi mamá me contó que la Pepi había fallecido. Su mamá la había matado y después ella se había suicidado. Mi Pepi, mi única amiga, la mejor amiga que una podría tener a esa edad. La niña más feliz del mundo. A mis 9 años yo no lo podía entender. ¿Por qué su propia mamá le haría algo así a una niñita tan buena?

Recuerdo los días siguientes con mucho dolor. Toda la escuela participó de la misa, del funeral. Yo estuve muy mal, varios años. Me quedé sin amiga, arrebatada de una forma muy cruel.

Los años pasaron. Siempre con el dolor y con las ganas de entender por qué una mamá mataría a su hija. Las ganas de querer comprender a la mamá de la Pepi, me llevaron a tomar la decisión de entrar a la Universidad a estudiar una carrera del campo de la salud mental.

De eso, ya han pasado muchos años. Hoy, mi hijo de 9 años me preguntó por qué había estudiado esa carrera. Recordé que el motivo principal había sido este. Busqué en mi closet algunas cajas que tengo guardadas hace años, por cambios de casa y traslados. Y encontré una de las cartas con dibujos que me había escrito la Pepi a fines de los años 80's . Está intacta y en ella dice: 'siempre vas a ser mi mejor amiga'.