No era lo que parecía
Trabajé por varios años en una compañía internacional que se jacta de tener prácticas para inclusivas y blablabla. El año pasado quedé embarazada y laboralmente fue un año súper complejo donde di todo de mi hasta el último día de salir con prenatal.
Siempre fui súper enfocada en mi pega y de verdad creo que aporté un montón en la empresa (tenía un cargo importante y pude hacer muchos cambios durante esos años, ganamos premios y fuimos reconocidos dentro de las mejores empresas para trabajar en muchos ámbitos). Sin embargo, la familia para mi es prioridad y siempre supe que cuando tuviera hijos ahí iba a estar mi foco (siempre cumpliendo con lo laboral, pero ya no trabajolicamente).
Me fui con prenatal y me enfoqué en mi bebé (cosa que no hice durante todo el embarazo por estar dedicada a la pega). Obviamente esto aumentó más cuando nació y fue creciendo, y mientras se acercaba el momento de volver del postnatal yo me angustiaba porque no quería dejarlo. Una semana antes de volver, me llamó mi jefe porque quería hablar conmigo. Cuento corto, me dijo que necesitaban otro perfil en mi cargo, que venían muchos desafíos etc etc Me ofrecieron pagarme indemnización completa y todo el fuero, pero legalmente yo tenía que renunciar y mantener ese discurso. Obviamente acepté, porque
1. Así tenía la oportunidad de criar a mi hijo sin apuros económicos por un buen tiempo y 2. Si ya no me querían ahí, tampoco iba a estar forzando la situación, si en cuanto terminara mi fuero me iban a despedir igual.
El tema es que me da rabia. Claro que fue económicamente conveniente, pero me da rabia que ese “otro perfil” básicamente sea alguien sin utero; que sigan llenándose la boca con inclusión siendo que en la práctica no la respetan; me da rabia tener que decir que me fui voluntariamente cuando no es así; me da pena que mis compañeros crean que no fui a despedirme (y tampoco me hayan organizado una despedida como hicieron con tanta gente que se fue antes que yo), pero no quiero verle la cara a mi ex jefe y menos al inepto que me reemplazó en mi puesto. Me da rabia y pena porque invertí tanta energía en ese trabajo y siento que no lo valoraron.
No, no me quejo de la vida que tengo ahora. Soy infinitamente feliz como mamá full time, y me puedo dar el lujo de decir que aún no tengo ganas de volver a trabajar (estoy pensando que quiero hacer de mi vida todavía), pero siento que no pude cerrar bien ese ciclo laboral en el que puse tanto de mi y no sé cómo cerrarlo tampoco... :/