Mucha imaginación
Trabajo en un Cesfam, hace cuatro meses llegó una colega de reemplazo, sugerida por una compañera que la conoció en un grupo de la iglesia en la que participa y en donde le comentó que tenía un hijo enfermo y que se encontraba sin trabajo.
Al llegar, observándola, se veía como una persona súper piola y manejaba los procedimientos en los que necesitábamos apoyo. Sin embargo, a algunos nos generó incomodidad en los primeros días, porque en el horario de colación, se entrometía en las conversaciones y sobre todo tenía una experiencia personal dolorosa que aportar, lo que nos resultaba raro porque no nos conocía como para contarnos cosas tan tan personales. Esto fue de mal en peor, al parecer al contar cosas tristes de su vida, buscaba lástima, invalidado los problemas que algunos compañeros tenían, por ejemplo, uno contaba que le chocaron el auto y ella contó que una vez la atropellaron y estuvo en coma, otro comentó cuando un paciente que llegó ebrio lo golpeó, ella cuenta que a ella intentaron atacarla sexualmente y así, de manera tan reiterada que resultaba insólito que le hayan pasado cosas tan terribles. Lamentablemente, eso generó rechazo en algunos a compartir con ella. A mí me dio pena, no soy de contar mis cosas ante personas que no conozco, así que nunca me sentí incómoda con ella, aunque me parecía rara su tendencia a victimizarse tanto, me dio pena que almorzara sola.
Terrible error, en una oportunidad me dice que tiene mucho arrastre con los hombres y que un paciente que atendió la invitó a salir y ahora no quería verlo nuevamente. Por como ella era, evitaba preguntarle cosas y le dije que me parecía incomodo escuchar sus cosas personales, menos si además transgrede la ética de nuestro trabajo y que evitara hacerlo. Siguió contándome cosas, entre ellas, que su propósito era ser contratada en el Cesfam y quedar embarazada, porque su sueño era ser mamá y que el director le había dicho que existía una alta posibilidad que se quedara porque habían muchos que hacían mal su trabajo. Con eso me aburrí de tenerle paciencia y no almorcé más con ella, porque quedaba con dolor de estómago con tanta cosa que decía. Como no la pesqué, quedó sola, me daba pena pero esas cosas que decía me incomodaban y preocupaban.
Luego, comenzó a relacionarse con compañeros del área administrativa, a quienes les habló pestes de nosotros, que mis compañeros se le insinuaban, pero también llegando incluso a ir a llorarle al director que nadie la quería porque la veíamos como competencia. Eso lo advierte una de las secretarias a una TENS y ella lo comentó con nosotros y ante eso comenzaron todos a compartir cosas raras que les dijo en alguna oportunidad, entre ellas, la compañera que la recomendó, comentando que pese a que la conocía hace rato, ella la invitó a su casa a compartir con su familia muchas veces, pero nunca había conocido a su hijo o parejas que decía tener, ni siquiera iban cuando hacían en la iglesia alguna actividad para ayudarle en sus gastos por la enfermedad de su hijo, y que cuando llegó a trabajar se distanció y apenas la saludaba.
Escuchándola, me pareció raro, porque una de las tantas cosas que alcanzó a decirme, fue que su sueño era ser madre. Pensé que quizás se refería a ser madre este año, pero sonaba como que no era mamá. Me dio una sensación muy rara, pero no le comenté nada a nadie, solo dije que me aburrió porque hablaba muchas tonteras. Pero, contra toda mi intención de no involucrarme en caguines, por mi cuenta contacté a otros colegas de lugares donde dijo que había trabajado para obtener referencias (lo que debieron haber hecho antes de contratarla) y se espantaron que estuviera trabajando, me advirtieron que tuviera cuidado porque era muy mentirosa y manipuladora, que generó muchos problemas en ese trabajo por cosas que inventaba y que llegó a tener relaciones con pacientes por su obsesión de ser mamá, porque ya tiene 41 años y aún no lo era. Pregunté si era efectivo si tenía un hijo con un grave problema de salud viviendo con sus papás en Osorno y me dicen que no, que la misma jefa en ese trabajo la confrontó debido a la pérdida de unos insumos y dijo que no tenía hijos y que ese cuento lo comentaba sólo con algunos.
Definitivamente la situación es preocupante, aunque hace su trabajo, cumple con lo que tiene que hacer, no es un elemento positivo, entre cosas que lleva y trae denostando a sus compañeros. Pienso en hablar con ella, para mostrarle lo que hace, sin confrontarla, pero temo que luego me acuse de algo grave que le haya dicho o hecho... No sé que hacer, pero estoy harta de escuchar de cosas que hace y dice, del rechazo que ya sentimos todos a su presencia y que al menos a mí no me gusta sentir.
Si esto paso antes y parece que peor, creo que el tema de recomendar a personas para ir cargo y saltarse todo el proceso de selección de alguien es un error, especialmente ante este tipo de personas. Se saltaron la evaluación psicológica, se saltaron la corroboracion de datos y experiencia laboral y aquí estamos viviendo las consecuencias. Ya le renovaron su permanencia por tres meses más.
