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Los veterinarios sufrimos acoso

Soy médico veterinario de una prestigiosa universidad, con posgrado en la misma. Me he dedicado siempre a trabajar en clínica de pequeños animales (perro y gato), y lo he hecho con mucho amor, entrega y pasión. Sufrí acoso en todas sus versiones, explotación laboral y malos tratos de clientes y animalistas, lo que me llevo en ese momento a padecer neurosis depresiva y odiar mi amado trabajo.

La vida del Médico Veterinario, es miserable y deprimente, y dista mucho de esa realidad que ve la gente, esa utopía donde nos imaginan recibiendo langüetazos, abrazos y movimientos de cola de nuestros pacientes...ah! Y con los bolsillos llenos de dinero.

Sufrimos acoso desde nuestro jefes y clientes, bajos honorarios, extensas jornadas por turno, la mayoría de las veces sin contrato y por sueldos miserables. Y por si fuera poco, tenemos que aguantar a la gente irresponsable y negligente que lleva a sus animalitos cuando ya están moribundos, esa misma gente que nos trata de malos veterinarios, y usureros. Tenemos que soportar a los animalistas que recogen a cada perro de la calle esperando hacer caridad con el bolsillo de un tercero, especialmente del veterinario. Recibimos constantes funas y acoso por internet. Es tan simple como entrar en una de esas páginas animalistas y ver el odio hacia los veterinarios y hacia la sociedad en general, los cientos de reclamos y funas hacia algún veterinario específico o una clínica, muchas de ellas injustificadas, porque detrás de un animal enfermo lo que más hay es negligencia de parte de sus cuidadores.
Una profesión que tendría que estar llena de amor hoy está llena de odio. Hace unos días en Mexico los animalistas asesinaron a un colega, y en Chile uno de nuestros colegas se suicido por los mismos motivos. No está demás decir, que esta es una de las profesiones con mayores índices de burnout y altas tasas de suicidio.

Hoy con mucha pena yo me despido de amada pasión, querida clínica te dejo pero te quedas en mi corazón, buscaré otros rumbos y espero que algún día volvamos a trabajar juntos.



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